Lectura: "El Fantasma"

Una declaración de amor a Thomas Bernhard

Thom se siente un fracasado, no tiene buena opinión de la sociedad y menos aún de sus padres. Achaca su incapacidad para vivir a su socialización. Dice que su socialización le hace la vida imposible. Thom es muy inteligente, lo que también explica la torpeza de su pensamiento; se disecciona a sí mismo y a su existencia como si fuera la única tarea en la vida. Se desmaya de vez en cuando, pero esta vez todo le parece diferente: su vida le pasa literalmente de largo. Thom piensa en sus padres y en su infancia, que explican su personalidad. Thom piensa en su vida cotidiana, en sus días de escuela, en sus acciones y actitudes, que le dejan claro que no es ni un ápice mejor que los demás. Thom quiere un mundo diferente que pueda moldear a su antojo. Thom quiere ser feliz, pero las monstruosas cargas que la vida trae consigo le dejan desesperanzado. Thom ya no está vivo, pero tampoco está muerto. Y: Thom piensa en la señorita Gretchen, con quien le hubiera gustado tener una relación. ¿Cuándo se torció todo? ¿Y puede trazarse todo un fatal balance vital en media hora?

Fuente: Luchterhand Literaturverlag